1 Jack

Siento el sol en mi cara y se que es hora de levantarse, tengo la necesidad de dejar las cortinas abiertas para que el sol me despierte ya que la alarma jamas me funciona, me levanto para darme una ducha que dura solo 15 minutos, me visto antes de salir rumbo a la escuela, me miro en un espejo tamaño persona pegado a la puerta y ese era yo, un muchacho aparentemente de 20 años, vistiendo un pantalón de mezclilla azul un poco desgastado, una playera blanca con un dibujo de unas alas en la espalda, tenis color negro y un cabello semi-rubio hasta los hombros y tez un poco clara.

Quedó conforme con mi vestimenta, así que salgo y camino hacia la escuela aparentando ser una persona normal y no un ángel que trata de escapar de lo que es, ¿quien pensaría que cupido podía enamorarse?, porque eso soy yo, no soy un ángel cualquiera, yo soy un cupido, es verdad que soy un ángel del amor y todo eso pero jamas he escuchado que un cupido también pueda enamorarse, de verdad que no sabia que podía pasar algo así. ¿como termine así?, es una historia bastante rara.

Todo comenzó una tarde de mayo, llevaba un mes graduado de la escuela para cupidos, donde por cierto pase a duras penas. estaba en una plaza de varios establecimientos, por supuesto la gente no podía verme, después de vagar un rato vi a una chica sentada en la fuente leyendo un libro de romance, típico en las chicas, no era nada del otro mundo, era un poco baja de estatura y no destacaba de no ser por su larga cabellera de casi lo mismo que su estatura, un poco a la izquierda estaba un chico con jeans gastados, una playera pegada al cuerpo y una gorra al revés, apunte con mi flecha y dio en el blanco, no es por presumir pero lo malo que tengo en juntar parejas lo tengo de bueno en puntería, en fin, se hablaron un poco y decidieron comer en un puesto de comida poco saludable y con mucha grasa, pasaron una, dos y tres horas, creí que esta vez me saldría bien, pero me adelante a las cosas, la pareja se fue a la mierda cuando el “chico listo” abrió su bocota.

—¿Por qué no usas maquillaje?

—Porque no me gusta.

—Yo creo que deberías usarlo, es lo único que te hace destacar.

—¿Que?

—Mira. No tienes buen cuerpo, eres bajita, y tu actitud es como la de un chico un poco afeminado, lo único que destaca es tu rostro, es bastante simple pero con un poco de maquillaje destacarías bastante, además eres inteligente pero eso realmente no les importa a los hombres, si no quieres ser una solterona deberías seguir mi consejo, tienes 17 años, tu juventud no durará para siempre.

“Este chico se está ganando un boleto al callejón de los madrazos” fue lo que pensé tan pronto empezó a hablar, en mi humilde opinión como cupido eso no es algo que le debas decir a una chica que conoces desde hace 3 horas, pero ¿quién soy yo para intervenir?, yo solo disparo pero no hago todo el trabajo solo.

La pobre chica estaba roja de la ira cuando terminó de hablar el tipo ese, se puso de pie tirando la silla y golpeando la mesa.

—Puede que esté tan plana de enfrente como de atrás y puede que mi actitud sea un asco, pero no tengo miedo de ser una solterona ¡¡porque soy inteligente y eso me trae mucha más felicidad en un día de lo que un hombre me puede dar en un año!!, además si dices que mi cara es simple es porque seguramente no te has visto en un espejo, sí me disculpas tengo cosas más importantes que hacer que lidiar con alguien retardado y superficial como tu.

La chica se puso de pie y comenzó a caminar pero antes de alejarse por completo se giró y le dio una patada en la entrepierna al tipo, que por estar dándole la espalda cuando se puso de pie no se dio cuenta que se acercaba, obviamente el tipo cayó de rodillas y volteo a ver a la chica.

—Algo como tu no necesita descendencia— La chica le dijo con una calma y una mirada tan aterradora que me recorrió un escalofrió, sin mas se alejo, pero yo la seguí, era una chica bastante rara en mi opinión y eso llamaba mi atención, los meses pasaron y llegó un punto en el que no pude separarme de ella y cuando lo hacía solo podía pensar en ella, estaba volviéndome loco, pronto descubrí que quería permanecer a su lado todo el tiempo que fuera posible y me molestaba que sonriera a algún hombre porque yo quería que esas sonrisas fueran solo para mi, era una completa estupidez porque ella no sabía de mi existencia pero no me quería rendir, así que me las ingenié para ingresar en la misma escuela que ella y rentar un departamento cerca, la escuela era bastante grande y tuve tiempo suficiente para conocer cómo funcionaba todo, no existían los populares como en las escuelas de USA, pero existían unos chicos a los que llamaban “porros” que eran casi lo opuesto porque asistían a la escuela pero nunca entraban a clase y todos eran bastante mayores, tampoco tenían recesos como en las primarias y secundarias, más bien comían entre clases o en horas libres, y la entrada estaba abierta desde las 7 am hasta las 9 pm, entraban y salían cuando se les antojaba, era todo un lío a mi parecer pero realmente no me importo, era perfecto para mi ya que mi objetivo no era estudiar.

la escuela me quedaba a 10 minutos caminando y a ella la llevaban en un auto negro, era una chica con dinero y vivía a más o menos 30 min. después del primer mes junto a ella me puse a revisar su historial en “flechazos”, pero sorprendentemente todos los que tenía eran fallidos, eso era bastante extraño pero algún día  investigaría el por que, por ahora me concentrare en que me conozca lo suficiente para que se enamore de mi.