martes, 2 de agosto de 2016

16 Camuflaje


-Elie-

Anteriormente


—Ya se que le paso a Evan— habla Dorothy con seriedad.
—Habla—dice James con brusquedad.
—Lo han secuestrado—responde Dorothy.
—En ese caso debemos llamar a la policía— hablo yo.
—Ellos no podrán hacer nada, no pueden entrar a donde se encuentra—Jack habla en esta ocasión.
—¿Dónde es?—preguntamos James y yo al mismo tiempo.
—En el infierno—sentencia Dorothy.


En la actualidad…


—¿Qué?—Eso es lo único que mi boca es capaz de pronunciar.
—Déjate de bromas bruja, dime donde demonios esta Evan—James toma del cuello a Dorothy.
—No es mi problema si no me cree—Dorothy aparta la mano de James de un fuerte empujón—  tengo que sacar a Evan de este problema, sí me acompañan o no, es decisión suya, yo me largo.


—Voy contigo— hablo yo, no entiendo cómo demonios vamos a entrar a ese lugar, pero estoy segura de que esto no es una broma, Dorothy jamás se pone seria, de lo poco que conozco de ella se que no sería capaz de bromear con algo así y menos cuando alguien ha desparecido—¿Cómo llegaremos hasta ese lugar?
—Eso no será un problema. Síganme—ella comienza a caminar fuera de la cocina, todos caminamos tras ella, incluso James, a quien se que no le inspira confianza Dorothy, no se porque razón.


—Dorothy… lamento preguntar esto pero…¿Que eres exactamente?, hablas del infierno con demasiada confianza, como si fuera algo común, tu tono de piel y cabello también son extraños, en especial por que no veo las raíces de otro color, sin mencionar que tus ojos son morados y de gato y no son pupilentes, estoy segura.

—Vaya, no creí que sería descubierta tan pronto. Me sorprende Elie, es mas observadora de lo que crei.  Tiene razón, no soy humana, soy una bruja, pero una buena. Aquí les llaman brujas blancas o de magia blanca. Es lindo ¿no?. Me gusta el blanco.

—¿Por que te acercaste a nosotros?, ¿Que estas buscando?

—Eso es un secreto, tal vez algún día se lo cuente. Por ahora centrémonos en Evan, debe estar asustado, yo lo estaría— un escalofrió me recorre el cuerpo. Sabia que algo andaba mal, no debo confiar en ella, puede ser peligrosa.

—Sabía que no eras humana, maldito monstruo—James expresa esas palabras con tanto veneno como puede y escupe sobre el piso como sí lo que dijo tuviera un sabor asqueroso.
—James, cálmate, insultarla no va a traer a Evan de regreso, además no creo que quieras ver a una bruja enojada—Jack trata de calmar a James pero él parece totalmente indignado.
—Descuide, sus palabras no pueden dañar a alguien sin sentimientos como yo— un pequeño trozo de lastima nace en mi corazón y solo entonces me pregunto como fue que Dorothy termino en esa situación y si en algún momento fue una humana con dulces sentimientos, tal vez, solo tal vez no es tan mala como lo pensamos.


Todo queda en absoluto silencio, somos inundados por el olor a naturaleza y la oscuridad, nadie se atreve a pronunciar una palabra, entramos al bosque y nos adentramos cada vez más, Jack sostiene mi mano, me siento segura a su lado así que no pongo resistencia, llegamos a lo que parece una mansión abandonada, Dorothy abre la puerta y nos hace entrar a todos.


Al entrar se encuentra un gran salón con escaleras en paredes opuestas, ambas terminan en el segundo piso en lo que parece ser un balcón interior, bajo este hay una puerta, que es lo único que parece nuevo en este lugar, un candelabro de oro y diamantes está sobre nuestra cabeza, todos los muebles están cubiertos por telas y a lo lejos soy capaz de escuchar diversos animales.
—¿Dónde estamos?—Pregunto yo.
—En mi casa, siéntanse cómodos pero no abran ninguna puerta, ellas esconden secretos, esta ya no es una casa común.
—¿Antes lo era?—pregunta James más calmado. Preguntó justo lo que yo quería saber al escuchar el “ya no” de Dorothy.


—Si, en ella vivía una familia muy rica, por eso es mi manera de hablar, así fui educada.
Subimos las escaleras hasta llegar a un largo pasillo con dos caminos, derecha e izquierda, ambos están iluminados con velas, caminamos por el pasillo de la derecha, el papel tapiz es viejo pero aún se puede apreciar el color rojo en el,  pasamos una puerta blanca con una “D”, luego nos detenemos en una color negro con el dibujo de una enredadera, al final del pasillo hay otra puerta, es roja pero lo más curioso es que tiene forma de corazón. Entramos en la habitación de la puerta negra y ahogó un grito al ver lo que hay dentro, Jack me sostiene para no caer.
—Tranquilos, no son reales, son solo disfraces—Dorothy parece darse cuenta de mi rostro y el de James, que está igual o peor que el mío.
—¿Qué clase de disfraz luce así?—pregunta James mientras se acerca a una pared.


La habitación es color naranja con rojo, las paredes están cubierta por distintas máscaras algunas grotescas y asquerosas, otras se parecen a las que usan en los teatros y otras más son como las de los arlequines, es una gran colección, hay de tantos tipos que no soy capaz describirlas todas, también hay algunos maniquíes con trajes hechos de la combinación de distintos animales, la mayoría tienen patas de cabra y enormes cuernos pero aun así hay varios más con diversas manos, o pies, algunos altos y otros bajos pero todos son horribles y atemorizantes, estoy segura de que cada uno de estos disfraces y máscaras encaja con la descripción de diversos demonios que he visto en internet y otros más con las que he escuchado de la gente que cuenta historias.


—Los disfraces de los demonios, por supuesto.
—¿Me estas diciendo que la apariencia de un demonio es solo un disfraz?— James parece sorprendido, yo me he quedado sin habla y Jack solo mira el suelo evitando cualquier contacto con alguien, quizá esto le traiga recuerdos malos o pesadillas con las que no puede lidiar.
—Exactamente—Dorothy responde la pregunta—todo demonio alguna vez fue un ángel y debo decirte que los ángeles son seres muy hermosos. Al ser desterrados los demonios perdieron muchas cosas pero su belleza no fue una de ellas, la ocultan para sus beneficios, aman divertirse a costa del sufrimiento y miedos de otros, pero su apariencia no ayuda demasiado, por ello recurren a disfraces o ilusiones, además así como conocer el nombre de uno te da poder sobre él, conocer su rostro te da aún más, por ello jamás muestran su rostro real, eso nos da ventaja, al entrar en el infierno nadie se dará cuenta de que son humanos sí usan las máscaras—Dorothy toma dos máscaras y nos las entrega a James y a mi. La mía es el rostro de un arlequín, la mitad derecha es negra con detalles oros y la mitad izquierda es color oro con detalles negros, además tiene una rosa roja en la parte superior del lado izquierdo. La de James solo es la parte de arriba de un rostro, es roja y tiene un gran pico doblado hacia abajo a la altura de su boca.
—¿Qué hay de la ropa?—pregunta James colocándose la máscara.
—No se preocupe, ellos son muy curiosos en cuanto a humanos se trata, por ello es normal ver uno que otro demonio usando ropas humanas— Dorothy se acerca a un maniquí y retira un traje completo bastante macabro, tiene un cráneo deforme con orejas puntiagudas y cuernos retorcidos como los de un borrego, dientes salidos, filosos y amarillentos, no tiene labios, la piel es entre rojo y vino, su cuerpo es muy delgado, me hace dudar si alguien entrará en él,  sus patas son como las de un caballo, sus pies solo tienen tres dedos alargados, tiene cuatro brazos, dos como los de un humano con grandes dedos y uñas puntiagudas y dos como tentáculos, se acerca a Jack y le entrega el traje —este es el suyo, no podrán olerlo con el, además necesito que cambie el color de ellas, no podrá ocultarlas pero al menos el color los distraerá.
—De acuerdo—responde Jack y sale de la habitación.


No entiendo porque él tiene que usar un traje entero y no solo una máscara, y ¿a qué se refiere con ellas?. Jack me está ocultando algo, lo supe desde que lo vi en esa cocina hablando con Dorothy. La primera vez que la vio reaccionó como si ella fuera alguien a quien aborrece con su sola presencia y de pronto ellos se conocen y se hablan como si fueran cómplices de un maravilloso secreto. Esto no se va a quedar así, pienso averiguar lo que pasa una vez que Evan esté de nuevo entre nosotros.


Caminamos de regreso por el pasillo, hasta llegar al lado contrario del que provenimos, Jack volvió con el traje puesto y sorprendentemente sí le queda, se ve muy escalofriante, en este pasillo se encuentran solo dos puertas, una frente a la otra, ambas son grises pero una tiene una “C” y la otra una “I”, ambas letras están hechas de oro, nos colocamos frente a la puerta con la “I”.


Dorothy se gira para vernos, ella también se ha cambiado, está usando un vestido de época medieval color negro con rojo, con mangas largas y grandes de las manos, además de que tiene un gorro que cubre gran parte del antifaz de zorro que se ha puesto, es muy bonito y le queda de maravilla—Vamos a la parte más profunda del infierno, no será un gran problema llegar pero la salida solo podremos hacerla sí ellas están de acuerdo esa parte está bajo su dominio y son muy caprichosas, recuerden, no hablar con nadie, no se alejen de mí y lo más importante jamás se quiten las máscaras.

Las dudas se empiezan a formar en mi cabeza, ¿Qué tan grande es el infierno?, ¿Qué pasa si nos descubren?, ¿Quiénes son ellas?, ¿Qué dominio?, ¿y si no nos dejan salir?, ¿Qué nos pasará?, antes de que se formen más preguntas en mi cabeza Dorothy abre la puerta, una onda de calor nos invade a todos y de pronto ya estamos dentro.

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