lunes, 1 de agosto de 2016

15 La mujer de la luna

Flash back


-Elie-
Después de asegurarme de que el salón estuviera vacío, entramos para curar sus heridas, aún no se porque se estaban peleando en plena explanada y espero que pueda decirme la razón.


—Siéntate sobre esa mesa Evan, mientras yo saco en mi botiquín.
—¿Tienes un botiquín en la mochila?—pregunta un poco nervioso.


—Si, mi padre es un poco paranoico y me obliga a llevarlo a todas partes. En realidad es  lo único en lo que me pone atención— saco el botiquín de la mochila una vez que lo encuentro, lo abrió y tomo una pequeña gasa más un poco de alcohol, limpio la herida del brazo de Evan, es bastante grande, abarca desde su hombro hasta su codo, pongo solo un poco de pomada sobre ella ya que a pesar de ser grande es solo una herida superficial que no tardará más de dos días en cerrar, prosigo esta vez con su labio, asegurándome de que mis dedos no toquen su piel, al girar un poco mi vista noto que estoy demasiado cerca de Evan y sus mejillas están ligeramente rojas, miró sus ojos y siento como el toma mi muñeca, deteniendo mi acción.


—¿Sabes?, yo creo que esto te va a parecer una locura porque llevamos solo unos días de conocernos, pero siento que te conozco desde hace mucho y se que no es verdad porque jamás olvidaría a alguien tan hermosa como tú, así que me preguntaba si tú tienes la misma sensación que yo.


No me había puesto a pensar en eso, realmente sentía que lo conocía, pero más que eso sentía una inmensa paz y es verdad que se me agitó el corazón, pero yo pienso que era porque tenía la sensación de que él  me sacaría de mi vida monótona, dejando fuera el sentimiento de amor, por supuesto —No lo creo, pero sí me produces un sentimiento que no puedo describir en este momento.


—Mmmm…. ya veo—Soltó mi muñeca —Gracias por ser sincera y por curar mis heridas.
—No es nada— sonreí y terminé de limpiar, después de eso dimos una vuelta por la escuela mientras platicábamos y cuando acabó la primera hora de clase cada uno regresó a su próximo salón, aunque yo me estaba preguntando qué era lo que me hacía sentir Evan.


Fin Flash back


Despierto de mi trance por el fuego al escuchar una canción de cuna que canta alguien a mis espaldas, me giro para averiguar de donde viene aquella nana y encuentro a María sentada en una banca afuera de la casa, tiene a Nelly entre sus brazos y la está meciendo mientras canta.


Aquella noche la hiciste esperar
tratando de huir al bosque ancestral
en la laguna entraste a buscar
algo que te haga poder escapar


La luna te ama y te llevará
ese es tu castigo por la eternidad
por hacer promesas a una dama ideal
no importa que corras te encontrara


Bajo luz de luna te encontró
en el cielo azul te espero
un baño de luz tu tomaras
en la laguna y te llevará.


Me acerco a ella una vez que termina de cantar, es una canción bastante de miedo para alguien que quiere dormir sin pesadillas, pero quién soy yo para cuestionar a las madres.


—Es una hermosa nana. pero ¿no es un poco de miedo para ser una canción de cuna?— María voltea a verme y sonríe al mismo tiempo que deja de mecer a Nelly.


—Lo siento, no recuerdo todos los nombres de los estudiantes, ¿me podrías decir el tuyo?
—Elie— me senté a su lado.
—Lindo nombre, bueno Elie, esta canción fue inspirada en una leyenda de aquí, sí es bastante terrorífica pero eso les enseña a las personas desde niños a no hacer promesas que no van a cumplir, ¿recuerdas que esta mañana hable de la mujer de la luna?
—Si, lo recuerdo
—¿Quieres escuchar la leyenda?
—Me encantaría.
—Hace algunos años un joven de cabello negro perdió a sus padres, estaba tan solo y triste que todos los días en la noche terminaba en la cantina bebiendo hasta perderse, el cantinero lo sacaba a las 11 de la noche porque tenía que cerrar, en esos tiempos vagaba por las calles una mujer vestida con un gran manto color plata, cabello blanco y tez clara, nadie conocía su rostro pero se rumoreaba que era hermosa, además de que su brillo era tan hermoso y blanco como el de la misma luna.
—Por eso pensó que Dorothy era la mujer de la luna.
—Exactamente—María suspira—Una noche el joven ebrio, como siempre, se encontró a la mujer de la luna, se perdió en su belleza, ella le contó que también estaba sola donde vivía y él le juró irse con ella, que jamás la dejaría sola y que la amaría por la eternidad, la mujer prometió volver por él al día siguiente, pero para entonces el joven ya estaba sobrio y no quiso cumplir su promesa, trato de escapar y se adentro al bosque solo, creyó que sí se ocultaba en el lago ella no lo encontraría, pero no fue así, ella lo encontró y desde aquel día nadie lo volvió a ver.
—¿Qué pasó con la mujer de la luna?
—Nadie lo sabe, algunos dicen que aún vaga por aquí, tratando de llevarse a alguien mas por que el joven que se llevó murió y otros dicen que regresó al lugar de donde provenía y se quedó sola nuevamente.
—¿No quieres contar historias de terror a los demás? seguro que les encantan.
—Seguro, ademas que es un pueblo sin historias de terror y leyendas, acostaré a Nelly en su maca— María se pone de pie y entra a la casa, yo camino hasta Evan y Jack, me siento en medio de ambos y detrás mio llega María.


—¿Les gustaría escuchar algunas leyendas chicos?— pregunta María muy emocionada.
—Siiii—responden todos a coro, María se sienta y empieza a relatar otra historia, Evan se pone tenso tan pronto María empieza a hablar.


—Voy al baño— Se levanta y desaparece en la obscuridad, no tengo idea de como camina solo por ahí sí es tan miedoso, pasan algunos minutos un poco largos y Evan aun no vuelve, Jack se pone de pie con prisa y sale corriendo hacia el bosque, tan pronto como entra puedo escuchar que grita el nombre de Dorothy, todos se asustan al escucharlo y se levantan a ver que pasa, atrás de un par de árboles viejos está el suéter de Evan cubierto de gusanos y un asqueroso olor a muerto, el profesor Manuel llega sale corriendo en busca de su amigo Juan y juntos empiezan a buscarlo, desapareció sin un solo ruido y tampoco hay rastro de Dorothy, por orden del profesor todos regresamos a la casa, el ambiente pesado se siente en el cuarto, todos fingen tener sueño e irse a dormir, pero se bien que nadie puede pegar el ojo por el miedo, me levanto de donde estoy y voy a la cocina, me llevó una sorpresa al encontrar a Dorothy hablando con Jack, enseguida detrás de mí llega James.


—Ya se que le paso a Evan— habla Dorothy con seriedad.
—Habla—dice James con brusquedad.
—Lo han secuestrado—responde Dorothy.
—En ese caso debemos llamar a la policía— hablo yo.
—Ellos no podrán hacer nada, no pueden entrar a donde se encuentra—Jack habla en esta ocasión.
—¿Donde es?—preguntamos James y yo al mismo tiempo.

—En el infierno—sentencia Dorothy.

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